sábado, 15 de septiembre de 2018

EXPLOSION DEMOGRAFICA EN MEXICO

😦 EXPLOSION DEMOGRAFICA 😦

¿QUE ES LA EXPLOSION DEMOGRAFICA?

EXPLOSION:un aumento rápido de la presión con desprendimiento de luz, gases y calor.   El término también se utiliza de manera simbólica para referirse al desarrollo repentino de algo.

Resultado de imagen para explosion demografica en mexicoDEMOGRAFIA:el estudio estadístico de una población humana que se encarga de analizar la estructura y evolución de una comunidad desde una perspectiva cuantitativa

EXPLOSION DEMOGRAFICA:es un aumento súbito de la cantidad de habitantes en una determinada región


HISTORIA:

Las referencias que se suelen hacer acerca del desarrollo de la Demografía en México, consideran que su nacimiento como disciplina científica, dedicada al análisis de un objeto de estudio particular como lo son las poblaciones humanas, con herramientas y técnicas específicas capaces de estimar su volumen, estructura y sus transformaciones, originadas por la interacción de la fecundidad, la mortalidad y los movimientos migratorios, es muy reciente.

Incluso, si aceptamos que un análisis cuantitativo de la estructura y/o de la dinámica de la población debe ser considerado como demográfico, entonces esta disciplina tiene en México una muy larga historia y deben reconocerse cuando menos una serie de trabajos realizados en el siglo XIX, que tienen el carácter de estudios demográficos a pesar de que no fueron concebidos como tales, porque ni siquiera se había identificado un campo específico de conocimiento de la realidad acotado por los fenómenos poblacionales, pero en la actualidad, estos estudios estarían claramente ubicados en esta área.

Su interés por conocer las condiciones de una región del mundo de la que hoy forma parte México, lo hizo poner especial atención al estudio de los datos demográficos disponibles, a realizar sus propias estimaciones y elaborar cálculos propios del análisis demográfico, como lo es, por ejemplo, el cálculo del índice de masculinidad para la población total, cuyo valor derivado de una muestra de población en la "que dedujo que los varones eran a las hembras como 100 a 95", y le sirvió para usarlo como medida para evaluar el Censo de 1790 ya que no podía concebir "que en el padrón hecho por orden del Conde de Revilla Gigedo (sic) habrían tenido las mujeres más interés que los hombres de sustraerse del alistamiento" (Navarro y Noriega, 1820: 65).

El estudio de la población que se desarrolla en el territorio nacional, primero en lo que fue la Nueva España y luego en el México independiente, refleja los intereses de lo que se denominaba "aritmética política", disciplina dedicada a cuantificar los recursos humanos como la base del poder de un Estado y de la "aritmética médica", cuyo interés era identificar el efecto de las enfermedades sobre la sobrevivencia de los grupos de población con la intención de establecer acciones de salubridad.

Son por tanto, la Geografía y la Epidemiología las ciencias dedicadas al estudio de la población, antes de la existencia de la Demografía como una disciplina independiente hasta el siglo XX, en que puede identificarse como tal a partir de un cuerpo de conocimientos y técnicas que le dan su propia especificidad, y este carácter lo definen un conjunto de acciones en materia de institucionalización del conocimiento, profesionalización de su práctica y socialización de los resultados de la investigación, que toman forma en México a partir de condiciones nacionales e influencias internacionales, que interactúan para influir sobre su evolución y establecen la agenda de investigación de las organizaciones dedicadas a esta tarea, según la visión de los problemas que a lo largo de la historia de México aparecen relacionados con la dinámica demográfica.

El problema más general que estudia esta disciplina, es el crecimiento de la población a través del tiempo, tanto en términos absolutos, como relativos, es decir, expresados en porcentajes o tasas y al analizar sus componentes, el demógrafo estudia cada una de las variables relacionadas con este crecimiento: la natalidad, la mortalidad y los movimientos migratorios y la profundidad de su estudio depende en gran medida de la información disponible y los instrumentos para procesarla.

No obstante, debe tenerse en cuenta que los avances de una disciplina como la Demografía y la posibilidad de analizar determinado aspecto de la realidad dependen también de la disponibilidad de información, lo que explica que en países como Francia o Inglaterra, para mencionar sólo a los más representativos, el análisis demográfico tenga una larga historia, debido a la existencia de registros confiables de eventos como el nacimiento o la muerte de un individuo, que facilitan el conocimiento de la dinámica de la población.

Es hasta muy avanzado el siglo XIX, que puede hablarse del surgimiento de un pensamiento demográfico que sirviera de base a una política en la que se reconoce la necesidad de contar con una población nacional que al residir y expandirse en cierta área, fuera la manifestación de la existencia de un Estado fuerte: con esta visión, un interés fundamental lo constituye el fomento del desarrollo a través del establecimiento de nuevos núcleos de población, lo que a su vez sirviera para disminuir las tentaciones expansionistas de Estados Unidos; expansión que finalmente se concretó con la cesión de una proporción significativa del territorio nacional y que entre otros argumentos, se trató de justificar desde la perspectiva nacional precisamente, por la muy baja densidad de población en el norte del país.

Hay un especial interés de este autor por estudiar la Ciudad de México para la cual, utilizando la información del Censo de 1790, el Padrón formado por el juzgado de policía en 1811, el Censo de Navarro y Noriega de 1820, el Boletín de la Sociedad de Geografía para 1838 y los registros parroquiales de nacimientos y de defunciones provenientes del Registro Civil, estimó que en 1870 esta ciudad debería tener por lo menos "225 mil almas".

Con respecto a las fuentes de información a partir de las cuales es posible observar la dinámica de la población, si bien los registros parroquiales han servido, a partir de la época de la conquista para este propósito y son en la actualidad para la demografía histórica su principal insumo, la creación de instituciones como el Registro Civil, que permitieron formalizar el registro de acontecimientos como el nacimiento, la muerte o el matrimonio de los individuos, se convirtieron en una fuente de datos imprescindible para el análisis demográfico.

No es exagerado afirmar que la creación de organizaciones dedicadas a la generación y sistematización de información sobre la población como el Instituto Nacional de Geografía y Estadística en 1833 creado por el presidente Valentín Gómez Farías y que se transformó en 1849 en la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, y la disponibilidad de información sobre los hechos vitales, que el gobierno de Juárez impulso con la creación del Registro Civil en 1857, constituyeron las bases para que un grupo de intelectuales liderado por Lucas Alamán, hiciera evidente la necesidad de generar un conocimiento cada vez más preciso sobre la evolución de la población de México.

Puede afirmarse que la Demografía en México, con las técnicas y acercamientos metodológicos a la realidad que le dan identidad, nace en las décadas finales del siglo XIX, ligada al estudio de problemas que conciernen a la salud pública y más concretamente a la epidemiología y por lo tanto, se encuentra dedicada al análisis de la mortalidad y los factores sociales que inciden sobre ella, para ampliar su perspectiva e incluir el estudio de variables socioeconómicas y su interacción y efecto sobre la estructura demográfica, además de mantener su interés en estimar el crecimiento de la población.

La creación del Registro Civil en 1859, permitió contar con una fuente de información estadística que superara las limitaciones de los registros parroquiales; pero además, el positivismo como ideología del régimen gobernante a finales del siglo XIX y principios del siglo XX y su culto al dato estadístico, sirvió de base a la creación de las organizaciones encargadas de generar un conocimiento sistemático de la sociedad mexicana, a través del acopio de información sobre diversos aspectos de la realidad nacional, incluyendo de manera prioritaria sus aspectos poblacionales y por lo tanto, todas estas condiciones sirvieron para que se generaran los insumos básicos del análisis demográfico.

México carecía de información para conocer la situación demográfica en que se encontraba el país después del movimiento armado y la necesidad de estimar su probable evolución, con la preocupación centrada en fomentar su crecimiento natural, hizo que en el censo de 1921 se incluyera por primera vez una pregunta para conocer el número de hijos nacidos vivos que una mujer había tenido a lo largo de su vida reproductiva.

Primero, a diferencia de las posiciones que surgieron a partir de la segunda mitad del siglo XX, en el sentido de que los problemas del país se agravaban por el elevado crecimiento demográfico, para él, el problema era mucho más complejo y sus posiciones en las décadas de 1930 y 1940, mostraban más una preocupación por acelerar lo que denominaba el potencial demográfico del país, es decir, el volumen de la población, para aprovechar sus recursos, recurriendo incluso al fomento de la inmigración a través de "una política de puerta entreabierta" (Loyo, 1949: 60) y sus planteamientos representan muy bien las ideas prevalecientes hasta la década de 1960 en México que hicieron que desde el gobierno se tuviera una visión que puede calificarse como pronatalista. 

En el análisis que elabora Aguirre Beltrán (1945), como jefe del Departamento de Demografía de la Secretaría de Gobernación, inicialmente se podría suponer que se abandonan las posiciones poblacionistas, al poner en duda la idea de que era fundamental promover el crecimiento de la población e incrementar la densidad demográfica ya que "no existe una relación directa entre el progreso de un país y su mayor o menor densidad", pero el autor añade: "sin embargo, es indudable que una población numerosa tiene mayores potencialidades que una exigua" (Aguirre Beltrán, 1945: 418) y finalmente asevera que

Con el avance de la segunda mitad del siglo XX, el panorama que se visualizaba en gran número de países incluyendo a México, en el que se combinaba una preocupación por el crecimiento demográfico y un escenario desesperanzador en relación con la mejora de las estadísticas vitales y su uso para elaborar estimaciones demográficas confiables, que fundamentaran el diseño de acciones para actuar sobre ese crecimiento, generó una serie de iniciativas por parte de organizaciones internacionales para elaborar estimaciones demográficas que hicieran evidente la magnitud del reto que se deriva de la necesidad de responder las demandas de una población que se multiplica a tasas elevadas. 

ANALISIS E IMPLICACIONES EDUCATIVA

El fenómeno de la revolución demográfica, cuyas características se encuentran en algunos de los elementos que parcialmente pueden dar origen al problema de la población, es generado cuando los factores socioeconómicos actúan diferencialmente sobre las variables -natalidad, mortalidad y migración-, que explican el crecimiento natural y social de la población, como consecuencia de su efecto combinado.

Estos estudios parten de la hipótesis de que a mayor educación mayores son las posibilidades de un país de acelerar su crecimiento económico y, como consecuencia, sus habitantes más pronto reconocerán que su propio nivel de vida está determinado, en parte, por el número de hijos que tengan. 

Según el nivel educativo -a mayor educación formal, menor número de hijos-, en una encuesta realizada en 1964 en la ciudad de México, se encontraron los siguientes resultados: las mujeres con educación superior tenían en promedio, 1.53 hijos; las que completaron secundaria, 2.11 hijos; las que habían terminado primaria, 3.2 hijos, y las mujeres sin educación formal, 4.4 hijos. 

De la misma forma, debido al proceso de crecimiento y diversificación urbana, en el periodo 1960-1970 se registraron los cambios siguientes: mientras que en 1960 existían 15 ciudades con una población mayor a 100 mil habitantes que concentraban al 24 por ciento de la población total, en 1970 esta relación cambió al 30.9 por ciento, distribuida en 35 ciudades. 

Por otra parte, se estima que el incremento de la población urbana puede ser explicado en un 67 por ciento por el crecimiento natural y en un 33 por ciento por la migración, para el periodo 1960-1970, y con una tasa de urbanización del 5.4 por ciento anual, considerada como una de las más altas del mundo. 

El crecimiento de esta población que era de 14 millones, fue menor al 0.6 por ciento anual, lo que significa que en este tipo de localidades tiene su origen una parte importante de la migración rural. 

A pesar de que en nuestro sistema educativo se ha logrado aumentar considerablemente el coeficiente de satisfacción de la demanda potencial por educación en todos los niveles, y que se manifestó en un incremento de 5.2 a 16.6 millones de mexicanos atendidos, de 1958 a 1976, por el sistema escolarizado, el coeficiente de demanda insatisfecha, inclusive de la primaria, aún alcanza cifras alarmantes. ...  Esto significa que casi 14 millones de habitantes mayores de 6 años, carecen de lo que el sistema educativo mexicano ha llamado cultura básica; es decir, alrededor de un 35 por ciento de la población mexicana mayor de 6 años permanece todavía al margen de los beneficios educativos que la ley establece como obligatorios para todos los habitantes del país.

Si a lo anterior se agrega que el desperdicio intracurricular del grupo que se inscribió en el primer grado de primaria en 1970 fue aproximadamente del 58 por ciento de la matrícula global, inscrita en primer grado en ese mismo año, y que la cifra de desertores y reprobados para ese solo grupo, entre 1970 y 1975, fue de más de 1.5 millones de niños, sin dificultad, se puede apreciar la magnitud del problema.
El hecho de que uno de cada dos niños se quede en el camino o repruebe algún grado en el nivel básico de la enseñanza; el hecho de que aún quedan fuera del sistema escolar primario 1.7 millones de niños, y el hecho de los bajos resultados de las pruebas de comprensión de lectura y ciencias naturales, obtenidos por los estudiantes de primaria y preparatoria, demuestra lo lejos que estamos todavía de proporcionar una cultura básica a todos los habitantes del país.

Por otra parte, a pesar de que en los últimos 13 años el gasto educativo se incrementó en más del 600 por ciento, y en los mismos años se prestó especial atención a la escuela rural, la proporción de escuelas rurales que impartían de uno a tres años de primaria era del 26.9 por ciento (1972), mientras que en el medio urbano era del 0.9 por ciento. 

Además se considera importante señalar que no existe dentro del sistema formal de educación la posibilidad de recuperar a los desertores y reprobados del medio rural (917,939 alumnos, en 1972), y que este problema ha tenido efectos acumulativos para las generaciones anteriores, lo que se refleja en el analfabetismo funcional y en la impreparación de grupos numerosos de la población, con el fin de insertarse, funcionalmente, al medio de trabajo.

Por otra parte, la distribución de los recursos humanos formados en las instituciones de educación superior mexicana también nos proporciona pruebas de la dramática realidad: de los egresados de nuestras instituciones, de 1950 a la fecha, un 79 por ciento de profesionistas y técnicos se integraron al sector terciario o de servicios; sólo un 20 por ciento al secundario y menos del 1 por ciento al primario (Castrejón, 1976: 110), y peor aún, si observamos que de los profesionistas potenciales en la actualidad sólo el 4 por ciento de ellos se encuentran estudiando profesiones relacionadas con el sector agropecuario. 

Quienes obtienen educación media o superior disfrutan doblemente de las oportunidades de conseguir empleo en comparación con los que han tenido que desertar antes de terminar la primera (que representan el 59 por ciento del total); al ser mayor la oferta que la demanda de trabajo, los mexicanos con más educación van siendo asignados a puestos que pocos años antes habían sido desempeñados por personas con menor escolaridad. 

Aunque ha sido considerable el aumento de la escolaridad promedio de la población económicamente activa (PEA), entre 1950 y 1970, hecho que por sí solo pudiera interpretarse como favorable, sin embargo resulta sumamente grave el constatar que quienes no ingresaron a la población económicamente activa provenían de las clases sociales menos favorecidas, y, como siempre, son los más numerosos. 

Es evidente el marcado desequilibrio existente entre la estructura del mercado ocupacional y la del sistema escolar, hecho que trae como consecuencia el desaprovechamiento de la mayor parte de los recursos humanos del país y el deterioro del precio de mano de obra con enseñanza media.

El planteamiento neoclásico sugiere, para resolver el problema, entre otras, las siguientes políticas: acelerar el ritmo del desarrollo mediante un incremento en la inversión, para poder crear suficientes empleos; simultáneamente, reducir el ritmo de crecimiento demográfico, para aligerar la presión de la demanda sobre los servicios sociales y reducir la oferta de trabajo; adecuar mejor la educación, en lo cuantitativo y lo cualitativo, a los requerimientos de personal de una economía de desarrollo y, finalmente, elevar el nivel de capacitación de la mano de obra, para que pueda más fácilmente conseguir un empleo y mejorar su nivel de ingresos.

CAUSAS 
  • Las principales causas se encuentran en una mejora generalizada de las condiciones alimentarias y sanitarias a nivel global, lo que ha reducido considerablemente las tasas de mortalidad global.   No obstante, otros factores deben ser tomados en cuenta.
  • En primer lugar, la tendencia global hacia la urbanización, ya que cada vez son más las familias que deciden abandonar las zonas rurales y agrícolas para asentarse en los centros urbanos ampliamente desarrollados.   Y, en segundo lugar, las migraciones como fenómeno global.
  • Hoy día, según datos de las Naciones Unidas, aproximadamente el 3% de la población mundial vive fuera de sus países de origen. 
  • En ambos casos la migración de estas personas a la ciudad o a otros lugares lejos de su hogar, se origina por la búsqueda de mejores niveles de calidad de vida y oportunidades laborales.
CONSECUENCIAS 

  • El hecho de que cada vez sean más las personas que habitan  el planeta y ocupan centros urbanos ha generado diversas consecuencias, principalmente negativas.
  • Al ser cada vez más las personas que se asientan en las ciudades, los servicios públicos disponibles se encuentran saturados, de ahí que no todos los habitantes puedan disfrutar de acceso a agua potable segura, sistemas de drenaje sanitario y una calidad de vida digna que les permita cubrir sus necesidades de alimentación, educación y trabajo.
  • Aunado a lo anterior, se ha generado un crecimiento de los cinturones de pobreza, tras ser más las personas que deciden establecerse en las afueras de las ciudades, en las periferias, por no poder pagar una vivienda en el centro urbano.
  • De ahí que el hacinamiento y la pobreza hayan aumentado.   Esta situación ha ocasionado que la riqueza se concentre en manos de unos pocos, como ha indicado la confederación internacional Oxfam, tras señalar que desde 2010 la riqueza de la mitad más pobre de la población se ha reducido en un billón de dólares lo que supone una caída del 38%.
  • Mientras la riqueza de las 62 personas más ricas del planeta ha aumentado en más de 500.000 millones de dólares.
  • Otra gran consecuencia han sido los problemas medioambientales.   Tal y como ha señalado un estudio de la revista Journal of Industrial Ecology en el 2015, ha sido el incremento de consumidores a nivel mundial lo que ha generado que la contaminación, el efecto invernadero y el calentamiento global se haya acrecentado, ya que los consumidores son responsables del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero y del 80% del consumo de agua.




BIBLIOGRAFIAS 😃😃😃😃:Ⅴ